viernes, 27 de julio de 2007

Tito's, las noches locas mallorquinas
















Noche de fiesta (melodia y letra en version libre de Pio d'Angio - Ma quale idea ):

"Entraba en discoteca con mi jefe y el fotografo
Yo no soy aficionado a este tipo de ambientes

Me pidieron que hiciera una crónica de noche
de una fiesta en Tito's con las pibas mas calientes

Grabadaora en la mano, camara en la otra, coleguillas que acompañen para que sea divertido; dia siguiente a redacción para hacer el trebajillo y me piro...

"Ou Yeah", ¿se dice así? Y voy, y voy, que idea
QUE IDEA, chicas y copas y trabajo
QUE IDEA, maravillosa velada.
Uno jornada divertida que no me esperé
Ojala todos los dias de trabajo fueran como este.

Baila... Baila..."

Pues menuda noche fue. Incluso hubo alguna subidita de tensión a todo esto como habeis podido ver en la imagen. Estaba yo tan tranquilo haciendo fotos cuando de repente noto que alguien me abraza por detras y me da un beso. Me doy la vuelta y descubro una mujer Im-presionan-te que por lo visto me encontró mono (como todas, pero ninguna que quiera comprometerse). Le pedi al fotografo que no me sacara en tan bochornosa imágen pero hizo oidos sordos a mis peticiones y caso omismo a a mi dedo que decia "no no no". Eso sí, como he dicho otras veces, lo de ser periodista te abre muchas puertas, de entrada barra libre (hay que quedar bien con el medio). Y después la entrevista con la dama asaltadora en cuestión, de nombre Diana Lucero, que al parecer es toda una eminencia en el mundo del ocio nocturno. Después un poquito más de estar por alli y recoger algunas "impresiones" más, al dia siguiente con solo unas 2 horas y media de sueño fui a la redacción para hacer la crónica. Sólo me preocupo una cosa: los chavales de 14-16 años de hoy en día son mucho más precoces que los de mi generación, por suerte o por desgracia. El tiempo lo dirá si eso les afecta o no en su etapa postadolescente o adulta.

martes, 24 de julio de 2007

Las mejores vistas de un oftalmólogo


Hace calor, mucho calor, y no puedo dejar de mirar con cierta envidia la gente que va a la playa dia sí dia también mientras yo me los paso encerrados en la redacción del periodico para el que trabajo. Una actividad que, mal que me guste, se come la mayor parte del tiempo libre que en veranos anteriores tenía para dedicarmelo a mí. Pero así es la vida del periodista.

De todos modos, no siempre es tan malo. Es más, de haber hecho lo que siempre hacía en veranos anteriores, no habría tenido el placer de conocer al insigne y campechano doctor Joaquín Barraquer Moner, director de la clínica oftalmológica que lleva el nombre de su familia y uno de los mejores del mundo en su especialidad.

Estaba yo el domigno en mi casa cuando sorpresa y vergüenza (esto último por el tono friki que ha de escuchar cualquiera cuando me llama), me llama una de mis jefas de sección diciendome que mañana a primera hora tengo que estar en la redacción para ir con Pedro Prieto a Formentor para entrevistar a Joaquín Barraquer, que estaba esos días por la Isla. Desde las 23:00 hasta las 2:45 estuve buscando información acerca del sujeto. Y de ahí, al sobre.

A la mañana siguiente, un calor de justicia, como es habitual por aquí. Y unas dos horitas de viaje hasta Formentor- antes debiamos pasar por la casa de un famosete a ver si estaba disponible; no lo estaba. Llegamos a la playa y menudas vistas las del buen oftalmólogo. Bellezas en bañador, aguas cristalinas y azules, calma... Ya lo definió bien en la entrevista que le hice: la isla de la calma. Ay, si estuviese en el sur, quizás cambiaría su percepción. Pero sí que la playa estaba riquísima ese dia. En veinte minutitos me estuvo ilustrando a mi y a Pedro Prieto acerca de curiosidades y hazañas suyas en oftalmología. Había momentos en que parecía más un filántropo que un cirujano.
Es agradable ver una persona que a sus ochenta años disfruta con lo que hace y quiere seguir con ello hasta que, como él dijo, le jubile Dios.

No lo pasé mal haciendo la entrevista a pie de playa. La entrevista y el ambiente que generó fueron beneficiosos tanto para el entrevistador como para el entrevistado. Incluso hubo cierta química, cosa que siempre es agradable y hace que el producto final sea de mayor calidad.

Definitivamente, me gusta hacer entrevistas en playa. Ves, aprendes y disfrutas de más cosas que si simplemente vas a ella. Aunque lo reconzco, echo de menos mis mejores vistas en el lugar típico del verano.

sábado, 7 de julio de 2007

Los periodistas en prácticas : las cenicientas contemporáneas

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!Hola¡ ¿Cuanto tiempo eh? Ya hacía mucho tiempo que no escribía nada, pero los seres humanos (y sobretodo los periodistas en prácticas) necesitamos considerables periodos de gracia para desintoxicarnos y cargar las pilas. O dicho de forma diferente, va bien hacer el vago para volver con ideas nuevas y ganas de contarlas.


Durante este mes y el siguiente voy a estar en el diario Última Hora trabajando como becario en la sección "El discreto encanto del verano" (haciendo serpientes veraniegas). Cerrado este parentesis me gustaría compartir con vosotros una experiencia que me ocurrió en mi tercer día de prácticas.



Faltaba poco rato para que llegaran las ocho de la tarde y me pudiese ir a casa, pero !oh¡, sorpresa: un compañero mio no podía ir a dos eventos por la noche y me los pasaron a mí. El primero fue uno bastante rutinario y que no debería ser muy violento para nadie: una cena benéfica en una fundación que cuida de niños desamparados o conproblemas -Fundació Natzaret-, pero el segundo fue verdaderamente chocante. La ex miss Mireia Verdú presentaba su libro Cómo ser una miss y no morir en el intento en el exclusivo Level Club del Paseo Marítimo de Palma de Mallorca. Yo había llegado con prisas de la cena benéfica y no había cenado, aunque me comí una hamburguesa por el camino. Tampoco iba especialmente vestido para la ocasión pero un carnet de prensa te abre muchas puertas (o hace que muchos seguratas te dejen pasar al local, que viene a ser lo mismo), y heme ahí, rodeado de chicas espectaculares y de chicos que se machacan día sí y día tambien en el gimnasio. Amén de persoanlidades de la moda y colegas de la profesión de periodista de diferentes medios y publicaciones.



Nada más entrar, le pregunto a un caballero de atuendo casual y melena negra azabache a lo Jimmi Hendrix sobre sí la señorita Verdú ya ha firmado sus libros. Me contesta que no muy atentamente y con simpatía. Casualmente, se trataba del agente de la autora/miss, el señor Toni Flix. Me invita a una copa de champagnye y comenzamos a charlar un poco sobre el ambinte, su profesión y la de la señorita Verdú. Un tiempo después, sin comerlo ni beberlo me la presenta. Es una mujer alta, y obviamente muy, muy atractiva. Pasamos a unas mesas del club y me concede una minientrevista. Minientrevista que no sé si se publicará, porque yo en principio sólo iba a fotografiarla firmando su libro ante los asistentes y aficionados. Entre pregunta y pregunta y chascarrillo y chascarrillo me dí cuenta de que la verdadera belleza de esat chica no reside sólo en su envidiable físico, sino tambien en su caracter e inteligencia. Que exquisitez de maneras y vocabularios, que atención e inteligencia en los comentarios... La mujer perfecta, así se lo dije a Toni Flix.

Cuando terminamos, me dedique a deambular un poco por el club antes dela firma, y me dí cuenta de lo descolocado que estaba ahí. Un chico que no es especialmente glamuroso (y no digamos poco atractivo) rodeado de la crêmme de la crêmme de la vida nocturna palmesana, y en el centro de todo, una de las ex miss España que más ha aportado a este mundillo y también que más lo ha dignificado con su libro. Pense: ¿Qué demonios hago yo aquí si aún me falta un año para licenciarme? En las prácticas de verano, además del concepto de la serpeinte veraniega, ahora, lo que soy yo, tiene el concepto cenicienta informativa. Un chico ( o chica )que hace un año tenía que mirar esto desde lejos a través de los ojos de los medios, y ahora es el/ella el que lo hacé para el resto del mundo. De cuento de hadas.