martes, 17 de abril de 2007

Algo con lo que tener pesadillas: la maldición de los politonos

Estaba yo en mi casa, a punto de tomarme mi tradicional vasito de leche caliente antes de irme a la cama, cuando de repente sonó mi movil, un mensaje. "¿Quién podrá ser a esta hora?" pensé, aunque una fracción de segundo despues, esa pregunta se vio seguida de un "No..." mezclado con enfado, frustración e incredulidad: "Movistar te informa de..."
Abro menú de SMS, opciones, borrar. Una operacion que ya es repetida con horripilante mecanización, hasta el punto en que si fuese mi ordenador el que padece esta maldicion de los politonos, ya habría programado un macro para hacer este proceso de borrar mensajes con una sola tecla.
Tras borrar el mensaje y reemprender mi ritual de "buenas noches", veo cual es el titular de portada de el diario de La Vanguardia de hoy: Miles de usuarios pagan por avisos no deseados al movil.

Los telefonos móviles se han convertido en un pilar maestro a la hora de construir nuestra actividad semanal. Es increible que un trocito de plástico que hasta hace solo 10 años unos pocos privilegiados podían permitirse y les era realmente útil, se haya convertido en una herramienta fundamental para cualquier ciudadano, hasta el punto de que cada vez es más temprana la edad a la que alguien adquiere su primer teléfono móvil y empieza a darle uso. Yo empecé a usar uno de estos en las navidades del 2000, y aún así poco uso le daba al cacharrito. Hoy, estos aparatos no sólo nos ponen en contacto via llamada o sms con quien nosotros queremos: son una jeringuilla publicitaria personalizada por los servicios que contratamos.
No quiero "pastichear" más datos de la noticia ya que sería un plagio más descarado que los que publiqué en la primera entrada. Sólo concluiré diciendo que la publicidad invasiva de cada vez llega de forma más directa a nosotros por los medios de comunicación. Ya no es sólo los robapáginas de algunos diarios, ni los más de 12 minutos de publicidad en televisión permitidos por la normativa europea, ni siquiera los pop ups de internet que molestan y perturban la visualización de una página web. Ahora es también el movil, con sms publicitarios casi continuos y que además son cobrados a nuestro bolsillo. Dentro de poco, hasta estos blogs contendrán publicidad y en abundancia.
Como veo que me estoy enrollando y no estoy muy fino, me iré a la cama. Eso sí, esperando con miedo y angustía que no vuelva a sonar el movil por la mañana con un nuevo mensaje de publicidad, una pesadilla que se repite cada día.

Buenas noches.

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