Ocurrió lo imposible

Parece mentira, pero finalmente se ha interrumpido un evento deportivo por una noticia, aunque no cualquier noticia: el nacimiento del segundo vastago de los principes herederos.

Estabamos los que nos gusta el tenis (no todos, ya que hay puente y es normal que la gente quiera desconectar de las cosas y disfrutar del tiempo libre) viendo la final del Open Seat de Barcelona cuando en medio de un cambio de pista, sin necesidad de hacer la pausa publicitaria de 45 segundos que llena el espacio en que los jugadores se toman un break cada dos sets, entran las imagenes del telediario de TVE.

"Interrumpimos la transmisión para informarles de que S.A.R. la princesa Letitzia (¿se escribe así? porque vaya chorrada lo del registro civil con esta "periodista") ha dado a luz a su segunda hija". Ya está montada, conexión en directo, imagenes insulsas de la prensa en las inmediaciones de la clínica Ruber Internacional, aún no se sabe (y a los aficionados del tenis ni nos interesó antes ni ahora seguramente) el nombre de la criatura... Vamos, que la "noticia" se robó más de 5 minutos del partido en el que tanto Nadal como Cañas estaban empatados e igualados en juego. Cuando se recupera la conexión ya se ve quien empieza a flaquear y quien puede ganar. Así que por la "importantísima" noticia del nacimiento de una nueva sangría de impuesto para los españoles, nos quedamos sin ver el punto de inflexión de la final...

Muy patético, interrumpir la final de uno de los torneos más sonados de Cataluña para informar del nacimiento de los principes de España (a los catalanes les escocera especialmente... y les doy toda la razón). ¿Es que ya no se usan las "news bar"? Pasar discretamente el titular por la parte de abajo de la pantalla y así no hay que romper el ritmo de la retransmisión ni el partido para los telespectadores. Y una vez acabado el partido ya se podría hacer una conexión, que seguramente ya habrían más cosas que contar, e informar sin desmerecer otros eventos.

Pero bueno, los familia real es la familia real (que yo de cada vez la distingo menos de la familia Adams), y sí hay que cortar lo que sea que interese a la población, se corta, que para algo la "princesa" ha dado a luz. Y como parece que en este pais aún vivamos en el medievo, que todo el pueblo tenía que alabar el nacimiento de los hijos de los reyes o principes (eso y mirar con malos ojos a los musulmanes, que por unos pocos bestias tiene que aguantar toda la comunidad desprecio, insultos y marginaciones), todavía lo hacemos. Sí señor, ni fútbol, ni tenis, ni F1, el deporte "rey", en esta tierra, sigue siendo la familia real.